José
Maurício Nunes Garcia
1767
- 1830 - Rio de Janeiro (Brasil)
Se
conocen hoy alrededor de 250 composiciones de José Mauricio Nunes
Garcia. De
acuerdo a sus primeros biógrafos, en realidad compuso más de 500
obras. Su gran producción y la calidad de sus obras, hicieron de
él uno de los compositores más importante de Brasil, que en ese
momento era aún colonia portuguesa.
José
Maurício Nunes Garcia nació en 1767 en la iglesia de Freguesia
da Sé, situada en las afueras de Rio de Janeiro. Sus padres,
Apolinário Nunes Garcia y Vitória Maria da Cruz, una
pareja de mulatos, habían sido esclavos. También fue
nieto de esclavos. Esta herencia africana fue la razón de las muchas
humillaciones que tuvo que soportar en su vida y a lo largo de su
carrera.
Los
eclesiásticos de Sé se encargaron de su educación religiosa y musical.
Decían de él que "tenía una memoria musical prodigiosa, reproducía
fielmente lo que escuchaba y tocaba clave y guitarra sin siquiera
haber aprendido a tocar esos instrumentos". En 1779, a los doce
años, ya era profesor de música, actividad que ejercería durante
toda su vida (sin cobrar sueldo). Su primer composición, la antífona
Tota Pulchra est Maria, fue compuesta en 1783, a los 16 años de
edad.
En
1791, a pesar de su "defecto físico" (es decir el color de su piel)
fue admitido en la orden religiosa de Sé, y al poco tiempo se transformó
en el responsable de la música religiosa de la iglesia. En 1798
fallece el maestro de capilla de Sé y José Mauricio toma su puesto.
Durante ese período compone algunas de sus más importantes obras:
la serie de los Graduais (1798 - 1800), dos Misereres
(1798) y las Matinas de Natal (1799).
En
1808 la corte portuguesa en su totalidad, incluidos la reina Doña
Maria I y su hijo el príncipe regente Dom João, se muda a Rio de
Janeiro huyendo de las tropas de Napoleón I. Dom João advierte muy
pronto el talento musical del maestro de capilla, pero no le agradan,
en cambio, ni los músicos ni los cantantes de Sé. Llamó entonces
a Rio de Janeiro a los músicos de su corte, entre los cuales se
contaban algunos de los mejores artistas europeos. En 1809 Lisboa
fue liberada y los músicos de la corte viajaron a Rio de Janeiro.
La gran calidad musical de estos artistas hizo de Rio de Janeiro
uno de los centros musicales más importantes de esa época y su presencia
fue para el compositor un verdadero desafío. Este período durante
el cual Nunes Garcia compuso más de 70 obras, fue el más productivo
de su carrera. Entre esas obras figuran las misas Missa de S.
Pedro de Alcântara (1808), Missa Pastoril (1808), Missa
de S. Miguel Arcanjo (1809), y su primer música dramática: Ulissea,
drama eroico y O triunfo da América (1809).
Pero
los prejuicios de los músicos europeos llevaron a éstos a
sublevarse contra la autoridad de un maestro de capilla brasileño
y mulato, considerado de raza inferior. Para salvar esta
situación, Dom João hizo venir a Rio de Janeiro a Marcos Portugal,
compositor oficial de la corte, y lo nombró maestro de capilla en
reemplazo de José Mauricio Nunes Garcia. Sin embargo conservó a
este último en la corte para encargarle composiciones ocasionales,
pagándole una modesta pensión.
Después
de esa fecha Nunes Garcia compone poco, hasta 1816, año de la muerte
de la reina Doña Maria. La iglesia del Ordem Terceira do Carmo
le encarga entonces un réquiem en memoria de la reina y la obra
compuesta por el compositor para esa ocasión, el Officium 1816,
es considerada como una de sus obras maestras. Después del Officium,
Nunes Garcia compuso diversas obras de música religiosa por encargo
de varias iglesias de Rio de Janeiro.
Fue
entonces cuando Brasil adquirió el estatuto de Reino Unido
asociado a Portugal. El rey Dom João VI volvió a Portugal en 1821,
dejando a su hijo Dom Pedro en el trono de Brasil. A su llegada
a Portugal, la corte presionó al rey para que hiciera nuevamente
de Brasil una colonia. Dom Pedro respondió a esos intentos de sometimiento
declarando la independencia de Brasil en 1822 y proclamándose emperador
con el nombre de Pedro I de Brasil. La
consiguiente guerra contra Portugal arruinó rápidamente la economía
del país y muy pronto la música se tornó un lujo insostenible. Los
músicos de la corte de Dom Pedro, incluidos Marcos Portugal y José
Mauricio Nunes Garcia dejaron de percibir sus haberes.
A partir
de ese momento el compositor vivió en la pobreza, componiendo unas
pocas obras que ocasionalmente le encargaba alguna iglesia. Su última
(pero monumental) obra fue la Missa Festiva (1826), por encargo
de la Hermandad de Santa Cecilia. Después de esa fecha, no volvió
a componer hasta su muerte, en 1830.
La
música de José Mauricio Nunes Garcia fue influenciada por compositores
como Haydn y Mozart, pero también por muchos compositores brasileños
del barroco mineiro (de la provincia de Minas Gerais). Fue
uno de los primeros compositores en incluir música popular (las
modinhas) en sus composiciones religiosas y profanas, así
como lo haría Villa Lobos más de un siglo más tarde.
Texto
gentilmente facilitado por
Antonio Campos Monteiro Neto
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